lunes, 26 de marzo de 2012

Los emperadores de la moda

Hace unos días, en una asignatura llamada Industria de la moda nos han planteado quiénes pensamos que imponen la moda. Ahí va mi respuesta:


¿Quiénes imponen la moda? La pregunta no es fácil si nos planteamos que ni siquiera sabemos quién manda en el mundo real. Enseguida me asaltan dos nombres a la cabeza: Anna Wintour, directora de Vogue USA y Amancio Ortega, dueño de Inditex.

Una por ser la absoluta soberana de lo que se conoce como La Biblia de la Moda, además de ejercer un total autoritarismo por lo que dictan dichos textos sagrados. El otro, por bajar a pie de calle los grandes éxitos de la pasarela y lo que a su vez, Wintour con anterioridad ha sentenciado que es el bolso o la americana it e imprescindible, en el armario de toda mujer con buen gusto. Amancio Ortega convierte todos los must en realidad para todas aquellas a las que su sueldo no les permite un Chanel o una Jil Sander. Él hace que los diseños más punteros sean mutilados en prendas low cost.

Y es que Anna Wintour es capaz incluso de ruborizar al tímido diseñador Stefano Pilati, ex cabeza visible de Yves Saint Laurent, por no tener “algo de color” en la colección que se le muestra en un pase privado. Da fe el documental The September Issue.

Pero ni el mundo de la moda de lujo ni en el del Mass market se impera sólo. Ahí es cuando entran en juego las grandes corporaciones como LVMH, PPR, Puig o Richemont. La primera tiene en su haber firmas como Christian Dior, Louis Vuitton, Fendi o Loewe. PPR posee: Alexander McQueen, Bottega Veneta, Balenciaga o Gucci. La tercera, catalana, tiene en su poder Paco Rabanne, Nina Ricci, Jean Paul Gaultier y anda tras los pasos de Valentino. Richemont por su parte controla gran parte del mundo de la relojería y las joyas con casas como Cartier. Estos grupos se encargan de destituir a los diseñadores cuando las firmas tienen pérdidas o un Galliano de turno se “sale del tiesto”. En definitiva, ellos ponen el dinero y el dinero es sinónimo de poder.

En todo esto, las celebrities son el canal. Ellas son el mejor escaparate y su estilo el más imitado. Habrá quien piense que fashionistas como Kate Moss, Sienna Miller o princesas como Kate Middleton sean quienes imponen la moda. Los hombres por su parte viven con entusiasmo la vuelta de Hedi Slimane (Yves Saint Laurent), quien años atrás impusiese la moda masculina de aires rocker desde Dior. Y es que esto del mundo de la moda es muy complejo.

Si una se para a observar quién impone la moda que le rodea, probablemente dependa del círculo en el que se mueva. Observo los pies de mis vecinos de Malasaña y hay dos marcas victoriosas: New Balance y Dr. Martens. Camino hacia Serrano y entre los bolsos que recorren sus calles, la firma de las cuatro eles (sí Loewe) se lleva la palma.

Claro, que una piensa en tendencias y lo relaciona directamente con la potente compañía líder en análisis de moda: WGSN. Si ellos son capaces de adelantarse a lo que va a llevarse dentro de dos años y tienen a su vez a clientes como H&M, Zara o Dolce Gabbana, ¿no son ellos quiénes impondrán el futuro-moda y por tanto, lo que llevamos en estos momentos?

Al final, lo cierto es que los dos absolutos impositores del comienzo, Wintour y Ortega, no podrían mandar sin todos los vehículos intermediarios. Grandes corporaciones, coolhunters, diseñadores, estilistas de oro, celebrities, periodistas, fabricantes, etc. Y es que la moda no sólo es lujo, moda es todo. Desde las últimas sandalias de Brian Atwood hasta la última cremallera que se coloca en Arteixo o en la tienda de arreglos de la esquina.
La una es la reina del Prêt à porter y el otro es el rey del Mass market en una época en la que la Alta Costura ya no tiene sentido. Dos caras de la misma moneda: el cielo y la tierra de la moda...


Hola primavera





































Look camel: pantalones de Jaeger, top de pedrería de Zara, anillo de stelladot.com, clutch de dsw.com, zapatos de Valentino, pendientes de Miss Selfridge y gabardina de Valentino.

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